LA BELLEZA NATUAL DE LA PIEL. PARTE I

EL CAMINO A LA BELLEZA NATURAL
¿Alguna vez has conocido a alguien que sea naturalmente hermoso?
¿Alguna vez has conocido a alguien cuya belleza es obvia para todos, pero parece desafiar las nociones convencionales de perfección estética?
Es posible que no tengan características perfectamente proporcionadas. pero hay un resplandor en ellos, una apariencia de vitalidad y bienestar que es difícil de definir.
Miremos un poco más de cerca y veremos que su cabello es brillante y grueso, la piel suave y tersa, los ojos claros y brillantes.
No solo se ven bien, sino que exudan cualidades de calma y satisfacción, y una sensación de armonía tanto por dentro como por fuera.
Esta es la belleza natural -un estado de salud física, mental y emocional- al que todos podemos aspirar, independientemente de nuestra herencia genética.
El primer paso es aprender a cuidar nuestro cuerpo con una dieta nutritiva, productos de belleza naturales y un programa de ejercicio, relajación y sueño.
UN CUERPO SANO ES UN CUERPO HERMOSO
Cada año, muchos de nosotros (mujeres en particular) gastamos grandes cantidades de ingresos disponibles en cosméticos y otros productos de belleza en un intento por lograr una piel clara y brillante, cabello grueso y lustroso y ojos brillantes.
Si bien estos tratamientos pueden mejorar la belleza, a menudo no abordan las causas fundamentales de muchos problemas de belleza que, de hecho, están íntimamente relacionados con nuestra salud interna.
La palabra “salud” proviene de la misma raíz que “totalidad”. Por lo tanto, puede concebir la salud como un estado de totalidad u operación de integración.
Es útil pensar en su cuerpo como una red compleja de sistemas interdependientes y dinámicos en lugar de simplemente como un conjunto de componentes u órganos individuales.
La integración de los diversos sistemas corporales es claramente evidente en el sistema tegumentario, que abarca la piel y sus componentes: cabello, uñas, piel y glándulas sebáceas. (clínica de belleza natural)
La piel cubre toda la superficie del cuerpo y forma una interfaz de autorreparación y autorrenovación entre su entorno interno y externo.
Al funcionar como una barrera selectivamente permeable, la piel ayuda a proteger su cuerpo de los efectos de las lesiones, la luz solar, el tabaquismo, la contaminación ambiental y las infecciones, al mismo tiempo que permite la absorción de ciertas sustancias químicas y la eliminación de productos de desecho.
Como punto de entrada potencial para los microbios invasores, la piel proporciona un sitio importante para la inmunovigilancia y la activación de la respuesta inmunitaria del cuerpo.
También es el blanco de una serie de hormonas que afectan la apariencia y función de sus componentes, como el glande sebáceo, las células productoras de pigmento y los vellos.
La piel juega un papel importante en la regulación de la temperatura corporal. Esto se logra por la sudoración y por la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos que pasan cerca de la superficie de la piel.
Además, la piel sirve como un órgano sensorial importante, ya que está ricamente provista de receptores nerviosos para detectar el tacto ligero, la presión, la vibración, la temperatura y las lesiones.
A partir de esto, podemos comenzar a desarrollar una idea de cómo el sistema tegumentario está íntimamente conectado con otros sistemas corporales, como los sistemas inmunitarios, el sistema endocrino, el sistema circulatorio y el sistema nervioso.
Esto significa que los problemas relacionados con los sistemas internos del cuerpo pueden tener un impacto negativo en la calidad de su piel.
Por ejemplo, la dificultad o fallo en descomponer y eliminar toxinas de manera efectiva puede provocar una tez con imperfecciones.
La mala absorción de nutrientes a través de la pared del sistema digestivo puede provocar la caída del cabello.
De esto queda claro que, para mejorar su apariencia externa, debe cuidar la salud de todos los sistemas internos de su cuerpo.
Así como las plantas requieren las cantidades correctas de luz solar, agua y fertilizantes para prosperar, su cuerpo necesita niveles óptimos de agua, nutrientes, ejercicio y aire fresco para funcionar de manera efectiva.
Las cantidades pueden variar de persona a persona, pero la naturaleza de los requisitos esenciales sigue siendo la misma.
Además de satisfacer estas necesidades tan importantes, debe proteger su cuerpo de los efectos dañinos de la contaminación ambiental, incluidos el tabaquismo, el alcohol y los pesticidas, y protegerse contra los alimentos procesados y la exposición excesiva a la luz solar.
Al mismo tiempo, es importante abordar los factores estresantes psicológicos y emocionales, que tienen un impacto negativo en el cuerpo a nivel fisiológico, agotando el sistema inmunitario e inhibiendo la digestión y absorción de nutrientes.
Por lo tanto, lograr un cuerpo hermoso depende de adoptar un estilo de vida equilibrado y saludable: comer comidas regulares y bien balanceadas que consisten en productos orgánicos sin procesar; beber mucha agua filtrada; hacer ejercicio al menos cuatro veces por semana; limitar su exposición a la luz solar, el humo del cigarrillo y el alcohol; y participar en algún tipo de actividad para aliviar el estrés, como la meditación o el yoga.
Como recompensa por todos sus esfuerzos, no solo desarrollará una piel suave y resplandeciente, un cabello reluciente, ojos claros y uñas fuertes y bien formadas, sino que también sentirá una mayor sensación de vitalidad y ganas de vivir.
Su imagen de sí mismo mejorará y, como resultado, crecerá su confianza y autoestima.
Sintiéndose y actuando de la mejor manera, es probable que atraiga a la gente hacia usted, ya que no hay nada más hermoso que una salud vibrante