La Blefaritis
LA ESTRUCTURA DE NUESTROS PÁRPADOS
El borde de los párpados es el lugar de origen de las pestañas; En el borde de los parpados existen unas glándulas secretoras llamada “glándulas de Meibomio” que se encargan de la producción de secreción de una sustancia aceitosa que luego formará parte de la composición química de las lágrimas que se encuentran en nuestro ojo.
Esta sustancia permite que la lágrima se mantenga más tiempo en la superficie ocular sin evaporarse, además, funciona como barrera, impidiendo que la lágrima discurra al exterior del ojo hacia la mejilla.
Existen unas 25 glándulas en el párpado superior y 20 glándulas en el párpado inferior del ojo humano.
Descripción general
La blefaritis es una de las afecciones oculares más comunes y un 40% de la población sufre en algún momento de su vida de blefaritis, y aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más habitual en personas de más de 50 años
La blefaritis es un trastorno crónico consistente en la inflamación que se produce en el borde de los parpados y que causa enrojecimiento y descamación, que no es fácil de tratar y que afecta a ambos ojos a lo largo del borde de los parpados. Puede ser incómoda y antiestética pero no es contagiosa.
Generalmente no representa riesgo para la visión del individuo, pero puede llegar a causar daños a nivel de párpado y cambios en la calidad y cantidad de secreción lagrimal
En la mayor parte de los casos, las glándulas situadas en los párpados producen grasa en exceso y dicha grasa se acumula de manera casposa, lo que provoca una inflamación o favorece la aparición de bacterias o incluso parásitos.
A menudo, aparece cuando se obstruyen las pequeñas glándulas sebáceas cerca de la base de las pestañas, lo cual causa irritación y enrojecimiento. Son varias las enfermedades y los trastornos que pueden provocar blefaritis.
Tipos de blefaritis
Anterior: afecta a la parte exterior del párpado, donde se ubican las pestañas. Normalmente se produce por un exceso de grasa o por la proliferación de bacterias.
Posterior: afecta a la parte interior que está en contacto con el ojo y se produce a causa de una disfunción de las glándulas de Meibomio, que son las encargadas de producir el componente lipídico de la lágrima.
Mixta : se producen los dos tipos anteriores de manera simultánea.
Origen de la blefaritis
La blefaritis anterior está provocada por un exceso de grasa o por la proliferación de bacterias. En algunos casos, se produce como resultados de infecciones causadas por un microorganismo denominado Demódex.
La blefaritis posterior se debe a un mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio, ya sea por su obstrucción, destrucción o exceso de secreción grasa. Estas pequeñas glándulas se sitúan en el interior de los párpados y su función es la de producir el componente lipídico de la lágrima (la grasa que hace que esta sea más estable y se mantenga el tiempo adecuado sobre la superficie ocular).
La disfunción de las glándulas de Meibomio produce la inestabilidad de la película lagrimal, así como inflamación y daños en la superficie ocular.
En general, es una condición importante y se calcula que está presente en cerca del 85% de los pacientes con sequedad ocular. Aunque normalmente es el resultado de:
- Abuso de lentes de contacto
- Cambios hormonales (adolescencia o menopausia)
- Envejecimiento
- Tratamientos para enfermedades de la piel
- Quimioterapia
Prevención de la blefaritis
Se puede prevenir la aparición de la blefaritis en un 80 % siguiente unas normas básicas de higiene
- Lavado de manos y cara frecuentes.
- Evitar frotarse los ojos con manos o pañuelos sucios
- No dormir con maquillaje o cremas en los ojos
- Utilizar toallitas oftálmicas diariamente para evitar acúmulos de lágrima y grasa en los párpados
Síntomas
Los signos y síntomas de la blefaritis suelen ser peores por la mañana. Por ejemplo:
- Los Ojos están rojos y llorosos o con exceso de lagrimeo
- Sequedad ocular que se manifiesta con la sensación de arenilla, ardor escozor
- Párpados de aspecto grasoso, rojos, inflamados y con picazón excesivo
- Descamación de la piel que rodea los ojos
- Pestañas con costras
- Se produce una Pérdida de pestañas o un crecimiento anormal de las mismas (pestañas desviadas).
- Párpados pegados
- Sensibilidad a la luz
- Visión borrosa que suele mejorar con el aumento del parpadeo
Causas
Se desconoce la causa exacta de la blefaritis. Es posible que esté asociada con uno o más de los siguientes:
- Dermatitis seborreica: Se produce caspa en el cuero cabelludo, las cejas o las pestañas
- Obstrucción o mal funcionamiento de las glándulas sebáceas de los párpados
- Alergias, incluidas reacciones alérgicas a los medicamentos para los ojos, las soluciones para los lentes de contacto o el maquillaje para los ojos
- Debido a parásitos que crecen en el borde palpebral: Ácaros o piojos en las pestañas
- Ojos secos
- Exceso de grasa en el margen palpebral, lo que crea un ambiente favorable para la proliferación de bacterias y provoca la llamada blefaritis estafilocócica.
- Otros trastornos de la piel, como psoriasis o rosácea (una enfermedad de la piel caracterizada por enrojecimiento facial)
Problemas derivados de la blefaritis
Cuando se sufre blefaritis, también se puede sufrir alguno de los siguientes problemas:
- Problemas en las pestañas. Las pestañas se caen, crecen de forma anormal o pierden el color
- Problemas en la piel de los párpados. Los parpados se giran hacia adentro o hacia afuera
- Lagrimeo excesivo u ojos secos. Una hidratación incorrecta de los ojos puede provocar ojos secos o lagrimeo excesivo
- Un orzuelo es una infección cerca de la base de las pestañas cuyo resultado es un pequeño bulto rojo y doloroso en el borde del párpado y que puede contener pus.
- Chalazión.Es una obstrucción en una de las pequeñas glándulas sebáceas en el borde del párpado, justo detrás de las pestañas. Esta obstrucción produce la inflamación de la glándula, que, provoca la hinchazón y el enrojecimiento del párpado. Puede desaparecer o convertirse en un bulto duro e indoloro. La secreción queda retenida en el interior y aparece entonces este bulto.
- Conjuntivitis crónica.
- Lesión en la córnea. La irritación constante de los párpados inflamados o las pestañas desviadas puede provocar la formación de una llaga en la córnea. No tener suficientes lágrimas podría aumentar el riesgo de una infección de córnea.